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Nota de un fundador
“El mundo de las startups tecnológicas está cambiando. Y lo que es más importante, las startups tecnológicas están cambiando el mundo.”
Este es el décimo aniversario de la ambiciosa misión de Startup Genome, ¡y cómo ha cambiado el mundo! En 2012, publicamos nuestro primer Informe sobre el Ecosistema Global de Startups (GSER). Fue el comienzo de una colaboración con cientos de líderes y colaboradores del ecosistema, con la intención de identificar los impulsores del éxito empresarial. Ese año, las ciudades occidentales y anglófonas dominaban los 20 primeros puestos. Ni un solo ecosistema chino y solo uno de la India y de Oriente Medio ocupaban los primeros puestos. El informe de 2022, en cambio, revela la existencia de ecosistemas prósperos en todas las partes del mundo. Quizá necesitemos un nuevo nombre para los unicornios, que hoy proliferan en seis continentes.
La pandemia del COVID-19 aceleró tanto el crecimiento como la importancia de las startups, ya que las empresas se apresuraron a digitalizarse y buscaron soluciones virtuales a problemas físicos. La inteligencia artificial se ha convertido en la base del progreso, incorporada por aproximadamente el 40 % de las startups tecnológicas en sus productos. Con algunas fluctuaciones, todo este cambio es permanente. Incluso cuando el peligro retroceda, ninguna empresa renunciará a su nuevo alcance y eficiencia.
Las startups tecnológicas no sólo proporcionan herramientas para la transformación digital; también la encarnan. Las empresas de software han liderado la propagación de talento por todo el mundo. Los ecosistemas de startups atraen a gente de todas partes, pero también permiten su salida hacia otras ciudades. Ese es el caso de Silicon Valley, de donde ha salido mucho talento de alta calidad, con muchos ingenieros y otras personas que regresan a sus países de origen. Esto ha encumbrado a Silicon Valley como el ecosistema más conectado a nivel mundial y el nexo del ecosistema global de startups. Con menos empleados en el sitio, Silicon Valley dispone de más espacio; su principal limitación es dar lugar a más fundadores, startups y colaboradores, cuyas interacciones y colisiones son los catalizadores de la innovación. Esto ha sucedido, aunque en menor grado, en todos los ecosistemas de startups más importantes.
De esta manera, el mundo de las startups tecnológicas está cambiando. Y lo que es más importante, las startups tecnológicas están cambiando el mundo.
Las startups como agentes de cambio
La Primavera Árabe de 2011 demostró cómo los productos de las empresas tecnológicas conectan a los resistentes de la opresión y amplifican sus mensajes. Y las propias startups siempre empoderan a quienes tienen menos oportunidades económicas. Cuando visité Arabia Saudí hace unos años, me alegró ver aceleradoras con más mujeres fundadoras que hombres. Aunque el gobierno ha avanzado en la modernización de la economía y ha reducido la segregación en el lugar de trabajo, la mejor opción para las mujeres que desean una verdadera independencia suele ser fundar sus propias empresas. Estas empresarias no solo crean oficinas más acogedoras para ellas y sus empleadas, sino que, en algunos casos, desarrollan productos que promueven el empoderamiento de la mujer. WSM (antes Fixtag) es un ejemplo. Se trata de un servicio de reparación de teléfonos móviles dirigido a las mujeres, que antes se deshacían de sus dispositivos en lugar de arriesgarse a que los hombres vieran sus fotos y otros datos privados.
En términos más generales, las startups tecnológicas modelan muchos de los valores que admiramos en los gobiernos democráticos. Y dentro de 10 años, sus fundadores podrían tener el poder de difundir esos valores dentro de las autocracias, mientras su creciente riqueza y reputación ganan influencia política. Imagine que en lugar de sus oligarcas, que deben sus fortunas al Kremlin, Rusia produjera 20 000 millonarios tecnológicos dedicados a las organizaciones de estructura horizontal, la cooperación y las meritocracias. Luego, imagine a esos fundadores financiando a los candidatos de la oposición y luchando contra el sistema. Pero, aunque los empresarios están entre los agentes de cambio más eficaces del mundo, no pueden hacerlo solos. Los que apoyamos a las startups tecnológicas debemos ayudar a los fundadores, especialmente en los países donde el cambio es más necesario. Es nuestra responsabilidad ayudarles con inversiones, colaboración, orientación y otros medios para convertirlos en impulsores del cambio.
El papel de la tecnología en la lucha contra el cambio climático
Además, las innovaciones de las empresas tecnológicas pueden ser nuestra mejor opción para evitar el desastre global, dado el fracaso de los países para negociar o legislar soluciones al cambio climático. Pero esas innovaciones solo tendrán éxito si las empresas Cleantech se expanden. Esto requiere, entre otras cosas, políticas del lado de la demanda para superar la fragmentación del mercado y un capital que se sienta cómodo con los horizontes a largo plazo del sector. El liderazgo de Startup Genome en esta cuestión incluye el lanzamiento junto con socios de Entrepreneurship for Climate y la colaboración con ellos en programas globales de hiper crecimiento en Canadá, Suecia y China.
Los líderes del ecosistema parecen sentir menos urgencia por una cuestión diferente: la diversidad y la inclusión. Una excusa común es que deben centrarse en la creación de empresas de mil millones de dólares y los puestos de trabajo asociados antes de preocuparse por quién ocupa esos puestos. Pero con el sector en auge y las vacantes en el sector de TI, ha llegado el momento de invertir dinero real en la contratación y el desarrollo de los talentos menos representados. TechConnect es una organización que está abordando este problema. Su ambicioso programa consiste en mejorar o adecuar las habilidades de 50 000 personas de los grupos menos representados para que puedan acceder a un puesto de trabajo en el sector tecnológico. Programas similares se han puesto en marcha en Nueva York e Israel. Es hora de que todos nosotros desarrollemos y financiemos estos programas de adecuación y mejora de habilidades.
Además de nuestro primer informe GSER, hace 10 años también publicamos una investigación básica sobre lo que impulsa el éxito y el fracaso de las startups. Aunque la revolución global de las startups ha madurado y cambiado el mundo, esas conclusiones subyacentes siguen siendo ciertas. Invitamos a nuestros socios y a los líderes gubernamentales y empresariales a aplicar esas enseñanzas mientras construyen los motores que impulsarán sus economías y, espero, transformarán a sus sociedades durante las próximas décadas.